Si llamé a este post así, es porque la querida y odiada mujer “Prioridad”
se apoderó de mi hace un tiempo (relativo por cierto), pero no me dejo más
remedio que abandonarla yo a ella. Se pueden creer que yo le abandoné. A
continuación intentaré retratar mi ruptura…
Hace aproximadamente diez años, uno de mis mentores profesionales que a su
vez era mi jefe, me comentó que visitaba al psicólogo y al psiquiatra con
frecuencia, que en una de esas sesiones en que siempre se llevaba deberes para
resolver en casa, el psicólogo le pidió que pusiera en orden de prioridades
enumeradas del uno al siete las cosas que más demandaban su atención y
preocupación. Ya en el contexto del relato, ante mi juventud y pensando yo que
estaba bien plantada en la tierra, mi jefe sacó un bolígrafo y un papel,
apoyándose en uno de los muros de la nave de maternidad (historia para otro
post) escribió:
-
La enfermedad
de mi hija - Mis hijos y su progreso
- Mi mujer y nuestra relación
- Mi trabajo y el dinero
- Mi padre y su salud
- Mi hermano y sus problemas
- El campo y sus progresos
Luego me preguntó -¿Vez algo malo en mí lista o algo que llame tu atención?
Guardé silencio unos segundos laaaarrrggggossss, y luego dije muy convencida
-No veo nada malo, siempre que tú seas el epicentro de todo (la prioridad)- A
lo que él muy convencido me contesto –Eso no fue exactamente lo que dijo el
psicólogo, él dijo que yo no estaba en ninguna de mis prioridades- Plop!
Cierto, pero plop!
Años más tarde cuando la damisela “prioridad” me había abandonado, por
considerarme quizá una causa perdida, entable una conversación con quien se
profesaba mi hermano de la vida (que llamaré X) y su mujer, por extensión mi
hermana (que llamaré B), a modo de contexto les diré que nos conocíamos hace
muchos años y teníamos miles de historias que contar en común, entre potentes,
graciosas, educativas y un largo etcétera. El asunto fue el siguiente:
Se organizó una cena en casa del “tercer elemento (que llamaré D)” quien
aún es mi hermano de la vida (eso dice, por suerte, espero), ello sucedió
porque no existía la posibilidad de que nuestro perro compartiera con mi tan
apreciada familia de la vida de entonces (B la por extensión mi ex-hermana tiene
o tenía fobia a los perros), además mi aparcamiento tenía límite de horas, como
todos en Santiago generalmente, incluso el que quizá aún protege el coche de
mis no-hermanos de la vida, el que me vio conducir el coche de mi ex-hermano
(X) hacia el funeral de su madre, el que me amparo tantas noches desvelada
(nadie se compra un auto o coche sin pensar en esos gastos extras de
aparcamiento, sea del país que sea), cosa de “prioridades” en fin…
El asunto es, que organizada la cena, yo y mi mujer no dimos paso atrás… Llevamos
la más gloriosa tortilla de patatas, preparada obviamente por mi tortillera
oficial (a la que amo por sobre todas las cosas, pero curiosamente no es mi
prioridad…) Hice un pebre exquisito, merquén incluido y para rematar cervezas
de calidad, no de esas pasadas de moda de poco dinero que alguna vez se
bebieron por falta de presupuesto como en nuestros más gloriosos años de
estudio colegial y/o universitario. Todo dispuesto en el carrito de la compra,
al más puro estilo europeo o al más puro estilo de mujeres de la feria, como
prefieran las lectoras (falta de costumbre del/a chileno/a de usar carritos de
la compra, igual se desperfilan, pero se les jode la espalda)…
Llegamos y atentamente fui escuchando a cada participante de la velada,
intervine poco, pero me esmeré en ser contundente, entre salida a fumar y
salida a fumar, me llevé un llanto en el baño; intenté llamar a la mujer
Prudencia y lo conseguí; por lo que sequé mis lágrimas con una toalla de las
chicas súper poderosas. Mi ex hermana (B) quería que trabajara a un café famoso,
pero a precio de huevo… en fin… Escuché atentamente cuando llegó su tiempo de
darle o dotarle de consejos gratis. Quizá me excedí, quizá su paciencia fue
poca, quizá no hubo conexión, en cualquier caso la mujer “Prioridad” batió sus
alas y con cada aletazo esa amistad se fracturó…. Se fracturó a tal punto que
no hubo vuelta atrás, ni los pedazos aún recogidos con esmero pudieron hacer de
la fractura una cicatriz, ni los pedazos de aquel suceso sirvieron para hacer
un jarrón al más puro estilo reciclaje, ni poco menos una porcelana vieja
reconstituida, los pedazos se los tragó la tierra, o el mar o quien quiera que
sea que se traga las cosas que los seres humanos escupimos de vez en cuando.
El paradigma de la mujer “Prioridad” se había apoderado de B, o vivían ella
y Prioridad hace mucho tiempo juntas y yo no me había percatado, pero me
cuestionó irreparablemente el hecho de que mi amada mujer no estuviera en
ninguna de mis prioridades, a lo que yo espeté que eso no hacía (ni hace)
falta, que cuando de verdad se ama y se vive, que cuando de verdad se estima y
se protege al ser amado, esté pasa a formar parte de tu propia vida a tal punto
que no es necesario otorgarle un tiempo o ponerla en el número uno o dos o tres,
no hace falta llamar a la señora “Prioridad” para que enumere mis gustos y
disgustos, no hace falta llamar a “Prioridad” para que tal como su definición
dice: “Mi mujer pase a ser algo así como una ventaja o preferencia mía respecto
a otra”, si las dos somos parte del mundo y convivimos con más personas que
seres humanos y no al revés:… No, no, no hace falta, porque vivo con
ella, para ella, en ella y desde ella, como ella de mí; y eso, señores y señoras
(itos/itas) no tiene nada de malo, prioridades hay en mi trabajo, en mis
amistades, en mis logros, en mis fracasos, en mi familia, pero no puedo decir
que la mujer que amo es mi prioridad número uno, porque es mucho más que eso!
La velada decayó a tal punto que se tornó insostenible, D el pobre hermano
actual y anfitrión de esa noche y su novia, pasaron a estar sin mi
consentimiento en el ojo del huracán, hasta lágrimas de parte de su novia hubo,
porque bajo el esquema de B es o era incomprensible que ambos vivieran juntos
pero estuvieran separados… Y eso que se explicó con manzanas y pizarra
literalmente que eso era posible y lo practicaban D y su novia o ex novia,
seguramente en la mente pequeña, grande o vacía de B esa situación no era
comprensible porque para ella las cosas son o eran blancas o negras, todo o
nada, y por supuesto ante ese prisma, su hombre X es la prioridad número uno o
eso es lo que le hace creer (post al marguen el tema de las prioridades para el
género masculino de naturaleza heterosexual).
Si se ha de sacar alguna moraleja al respecto podría ser la que viene a
continuación “si no puedes ponerte en los zapatos del otro no es necesario que
llames a “Prioridad” para que encause la conversación y menos la relación, sea
cual sea la relación, que sea.
pd, y pensar que yo prefiero ser opción que prioridad, así me siento más estimada :) porque lo que hay detrás y delante de la mujer "Opción" es LIBERTAD!
Y como no digo desde hace muchos meses: “Que así sea”
Mi querida Org.... como te comentaba esta tarde, y despues de la 3ra leída que que quedado coja, jajaajaj; fuera bromas por mi chiste fome, trato de entender el big issue o issues; veo los issues, "B alergica a los perros", "B recomendaba trabajo vale h...", "B no aceptaba consejos", "B no comprendía que amada mujer no fuera prioridad"?? es posible que sean esas cosas y mas juntas que hacen que se haya quebrado la amistad, pero o estoy muy lenta esta tarde, o faltan diálogos que explicarían porque B y tu no lograron continuar siendo hermanas, y que eso haya trascendido en el tiempo. Bueno, para mi al menos, quisiera entender mejor. Sé (mas bien adivino) que es un tema que aún debe costar, así que con el mayor de los respetos, solo si quisieras contar mas. Un abrazo querida.
ResponderEliminarQuerida Sant... No sé que más contar jajajaja, hay mucho claro, pero yo quedé igual de colgada que tú, o coja como quieras... lo bueno es que ya me creció la otra pata, esa pata que a algunos les crece antes, una que se basa y nace de no querer entenderlo todo y de que sí las cosas a veces pasan y pasan sin necesidad de entenderlas... :O Un gran abrazo
EliminarSolo recordar el episodio, me enfurece tal como esa tarde en el café!!
ResponderEliminarY te vuelvo a repetir lo que te dije esa vez: A la merda!
Tu pobre señora se enderezaba en la silla pensando creo, que ya tiraría una botella por los aires jajajajaja
Volvemos a las traiciones. De los mas diversos tipos.
Cuando una hermana no es capaz de empatizar y apoyar desde ahí, y mas bien se convierte en verduga justiciera, de qué hermandad hablamos??
A mi me carga que me traten como papel de arroz, me gustan las cosas pan pan, vino vino, sin embargo hay formas. Aun cuando pueda dar mi punto de vista, jamas retiro mi mano o mi abrazo.
Recuerdo una vez mi propia madre me dijo:
"No sé si realmente eres tan transparente en tu oficina, como dices, pero confío en que haces tu mejor esfuerzo, porque lo verbalizas y te conozco"
Me dolió hasta el contre y lo tomé como la peor ofensa, aunque no le dije nada. Pero tras unos días, entendí el sentido de lo que quiso decirme.
Ni ella que es mi madre, puede poner las manos al fuego por mi, aunque quisiera, pero aun así me presta ropa.
En este caso no alcanzó ni para un calcetín.
Adiós todo el rato!!
Que grande RULZ! :) Tal cual punto número uno "A la merda" pero para que así sea! siento que muy a mi pesar era necesario escribirlo y como siempre gracias por leer-me. Punto número dos "Me dejas pensando en ese dolor de contre, de seguro me hubiese pasado lo mismo, pero aún así como dices sigo sin nunca retirar mi mano o brazo..." Por lo tanto mando abrazos apretaos!!!!!!
EliminarLo leí dos veces y entendí y no entendí, quizás es una cuestión de ir familiarizándome con las expresiones. Lo que si creo entender es que B quería imponer,de cierta forma, su visión de como deberían ser el orden de prioridades, para ella y el mundo,no?.Un beso
ResponderEliminarY yo debo confesar que lo leí muuuchas veces ;)
ResponderEliminarCreo que existen tantas maneras de vivir la vida como personas hay en la tierra. Y así debe ser, porque somos infinita y exquisitamente distintos unos a otros. Claro, no es una visión cómoda, pues nos exige estar atentos, escuchar, decir, no vivir por las nubes, examinar, pedir perdón, volver a empezar, agradecer, en fin. Una interminable lista que no es otra cosa que vivir la vida dejándose de joder con las generalizaciones. Cada vínculo, de cualquier naturaleza, es único.
Además en una relación basada en el afecto (de amistad, de pareja, de familia) uno puede encontrar la forma de "decir" algo que ve, pero nunca retirar el abrazo, como bien dijeron por aquí.