Es posible que el alma de los blogs haya desaparecido como contenido literario, exorcismo del alma, desahogo, compartir mas profundamente las vidas, buscar algo mas que la inmediatèz de un click. Los artìculos que encontrè (antiguos por lo demàs) hablan de lo mismo; serà una època que ya muriò y simplemente deberemos aceptarlo?
Articulo de A.Fuguet Nov. 2011 - El fin de los blogs?
Hace unos meses
escribí esto para Qué Pasa. Al final
nunca se publicó x tema de espacio., lo posteó aca para cerrar este
blog. Quizás es cierto que ahora los bloggers son twitters o es más fácil usar
otras maneras para comunicarse o conectarse. Creo que fue bueno mientras duró.
Ahora que pasó la excitación de la revolución y comienza quizás una nueva, son
las páginas/portales las que se están quedando y los bloggers se están pasando
a twitter. Creo. No soy un experto. Tuve mis blogs. Ahora deseo leerlos. Y
comunicarme via mis libros, artículos, en la radio hasta enero, filmando
películas. La poca energía digital que me queda se traslada a www.cinepata.com
: ahí está mi futuro, ahí está el futuro de lo que quiero hacer.
Eso
Cierro el blog
aunque quizás siga en el cyberespacio por un tiempo.
AF
1-nov-2011
Requiem por los
blogs
Mientras todos
hablan de Google+ o de la tremenda importancia que tiene Tumblr, mientras un
amigo me dice que lo único que le interesa es transmitir mensajes y emociones a
través de las fotos que toma en su iPhone y que comparte via www.instragram sus
fotos procesadas (“la peor foto te queda cool y para qué escribir si puedo
transmitir lo que siento en imágenes”), pienso en qué pasó con los blogs.
¿A dónde se
fueron?
¿Qué pasó?
Toda esa energía,
esas palabras, esa poesía digital, esas confesiones de tres-de-la-mañana, a
donde se fue.
Por qué la
palabra bloggero suena tan pasada de moda como un lambada.
Increíble: uno
de los grandes inventos del siglo 21 duro media década.
Yo una vez
sostuve, y lo puse por escrito, que el escritor suicida colombiano Andrés
Caicedo era el primer blogger pues, a mediados de los 70s, escribía sus
pensamientos y sensaciones emos y los enviaba a desconocidos por toda América
para sentirse menos solo y compartirlos.
Hoy la gente
twitea cosas como “Sólo otra vez”
“Q buen
delivery de sushi hay en Nuñoa!”
“Grande,
Alexis”,
“Buen asado con
Natalia: ahora siesta”
y el clásico “Odio los fomingos”.
No quiero
atacar twitter.
No voy a atacar
twitter.
Entre otras
cosas porque, al parecer, ganó.
Y es cierto que
sirve para publicitar desde un evento a que te quebraste una muela a que
odiaste tal película o que estás gozando viendo a los Denver.
Leo a Axel
Christensen y algo me queda más claro:
Para cada red,
un contenido. Si Twitter es para hacerse escuchar y Facebook para
comunicarse…Luego resume lo que quería yo resumir pero, por ser 1.5, no he sido
capaz:
Al contrario de
Twitter, donde lo que importa es hacerse escuchar, y de Facebook, para mantener
amistades y relaciones, en Google+ el contenido que reina es sin duda el
visual.
OK, welcome a
la era de la imagen.
Si es que ya no
lo sabíamos.
Yo, al menos,
debería estar contento.
A mi me gusta
filmar pero –de nuevo- esto de ser “tan siglo 20” te pesa.
Me gustan las
palabras, las frases, los pensamientos.
Twitter es como
un e-mail corto público; las
aplicaciones visuales son eso: enviar la foto de un cine viejo en provincia y
captar que aquel que tomó esa foto está o deprimido o le gustan las ruinas o… lo visual se presta aún más para la (mala)
interpretación, pero bueno, no voy a combatir el futuro (perdón, el presente) y
yo ahora quiero tener una cuenta instragr.am, pero volvamos a los blogs.
¿En qué momento
se jodieron los bloggeros?
¿Quedan?
¿No son acaso
ahora reporteros o columnistas-estrellas digitales?
En qué momento
murió el blog tal y cual lo conocemos.
Me dicen que
cuando nació twitter.
Buena teoría.
Quedan blogs,
es cierto, pero pocos en actividad y casi ninguno está generando contenido
mundial o nacional.
La cosa, me
explican, es más o menos así:
Aquellos que
querían expresarse, o provocar debates, o simplemente constatar que seguían
escuchando a The Smiths en un día nublado, se pasaron a twitter.
Otros, se
suicidaron.
Los más pro
transformaron su blog es un página o, mejor, en un portal. Blog mediáticos de
un reportero o columnista sagaz fueron cooptados por verdaderos medios de
comunicación digitales. Un blog para chicas se transforma en un imperio llamada
Zancada o un blog para geeks empieza a agarrar fuerza como FayerWayer. Los
blogs de música y cine mutaron en sitios o revistas electrónicas.
El chico
brillante de región fue contrato por medios consolidados o, más bien, por
nuevos medios y tiene la suerte que no necesita inmigrar a la gran ciudad.
Me cuesta
encontrar un blog anónimo, realizado en solitario, sin apoyo de otros o
auspicios, que tenga importancia. En Estados Unidos, los grandes bloggers se
asociaron a mega-blogs que en el fondo son revistas y, por cierto, usan twitter
como el arma para que ingresen a leerlos.
Otros se
asqueron de blogspot y optaron por su propia página de nombre excéntrico o
indisputablemte personal (www.juanperez.com) pero de a poco se aburrieron que
igual era lento (“odio wordpress”) o que tenían que pagar por estar en un
servidor.
Esto que
postear fuera lento es, al parecer, un tema.
Temazo.
El tema: la
caída del blog se debe a que, en promedio, la operación de subir un post de
manera atractiva y mulitimediática podía durar unos diez a doce minutos.
Todos quieren
que sea fácil, rápido, ahora.
De ahí el
triunfo del twitter.
Carrie Fisher,
la Princesa Leia, se adelantó veinte años cuando, intoxicada por cocaína y
ansiedad, escribió que para ella la gratificación instantánea se demoraba
demasiado.
Mal.
O bien: es cosa
de ver un partido via twitter o cualquier evento para captar que, en efecto,
París ya no es una fiesta, es la pantalla de tu lo-que-sea inteligente.
Me cuentan que
el blog no nació para expresar tristezas o apoyar tus películas favoritas o
libros sino que fue un invento que consistía en postear hacia abajo.
Escribir hacia
abajo.
Las primeras
páginas digitales fueron diseñadas para que la gente los leyera de izquierda a derecha tal como ha ocurrido hace
siglos.
Creo que le
debo algo a los blogs.
Me gusta
escribir hacia abajo.
Pero hoy me
puse a mirar los blogs que tenía marcado entre mis favoritos y capto que algo
pasó entre el 2007 y el 2009.
Es raro mirar
blogs abandonados: ruinas digitales.
Uno duda si el
bloggero murió porque por lo general no hay despedida. Sólo un post
intrascendente y luego nada.
El blog, digan
lo que digan, era multimediático (ahí quizás su falencia: mucho link, mucha
foto, mucho video embedded) pero también era una bitácora, era trozos y apuntes
y notas y post literarios.
Se habló que
iban a salir algunos de los grandes escritores del siglo 21.
Quizás ahí se
están formando.
O quizás se
perdieron twiteando.
Pero una cosa
es cierta: al desparecer el blog (quedan tan pocos, y los pocos que quedan, son
una anomalía y casi molestan por la energía desplegada por el tozudo que aún
cree en la palabra escrita: ojo con Moleskine, el blog literario de Thays, que
en rigor es más una agencia de noticias literarias), uno intuye que empieza a
desaparecer un lector que era capaz de digerir más de 140 caractéres.
Quizás no.
Quizás ando
haciendo el duelo.
Los libros y
novelas y cuentos y poemas y revistas seguirán, pero los blogs no.
Alguien me
comenta que los blogs murieron por falta de rigurosidad, por no tener un
editor, por no diferenciar el pudor con el exhibicionismo.
No sé.
Sí sé esto:
tengo un blog y me da pereza actualizarlo y, más aún, escribir directamente
para él.
Uno al final
pertenece a este mundo, lo quiera o no.
Uno también siente
que – a veces- quince minutos es demasiado tiempo.
Creo que este debate ya es un poco viejo. El cuestionamiento hacia los blogs fue fuerte hace unos años cuando surgieron las redes sociales. Entonces se creía que el blog como tal iba a desaparecer arrasado por ellas. Sin embargo el blog sobrevivió, sobrevive, algo así como la radio después del invento de la televisión.
ResponderEliminarSolo ha estado mutando, reinventando su lugar. Cada red social posee sus virtudes y los blogs no tienen la inmediatez de twitter, ni la carga social de facebook, ni la fuerza de la imagen de instagram, ni nada de eso. Pero tiene otra cosa que lo ha hecho no morir.
Un "algo" que al menos yo, no encuentro en otra parte. Tal vez sea porque no todo es inmediatez, quiza sea porque me gustan las palabras, o escribir hacia abajo. Tal vez me gusta detenerme y escuchar o simplemente tengo alma de marinero y adoro las bitácoras de viaje, de este viaje que es la vida.
Estoy de acuerdo ... con las dos ! un poco de cada una ...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Guidaí, si los blogs han sobrevivido será por algo. Yo, por ejemplo, no tengo twitter, ni me motiva tenerlo. Prefiero seguir escribiendo un blog porque me permite expresarme con mayor profundidad, más allá de la imposición de los 140 caracteres. La inmediatez no es siempre tan fantástica, ya que impide la reflexión, que necesita tiempo.
ResponderEliminarEso no quita que me guste mucho Instagram, pero no todo se tiene que limitar a la imagen.
Saludos! :)
Despues de postear este artìculo me propuse buscar blogs interesantes, y descubrì muchos, y la experiencia ha sido muy buena; tengo ya mi lista de blogs por leer, asì que se que no estamos solas, despues de una ausencia de algunos años. Definitivamente las redes sociales no reemplazaràn estos blogs; yo al menos no soy dada de publicar cosas muy personales en facebook, twitter me sirve para leer noticias cuando necesito distintos puntos de vista, casi no veo Instagram, y Whatsapp es lo mismo que un telèfono, asì que para la real vida real (aunque paradòjicamente a veces pueda ser anònima) tenemos este espacio de libertad casi total. Un abrazo y gracias por pasar.
ResponderEliminarHay, me parece a mí claro, como una especie de manía de tomar la nuevo que aparece y dejar lo anterior como sinónimo de estar a lo último. Cada nuevo espacio tiene su utilidad y gente a la que le encantará o no. Me gustan los blogs, son un espacio más cuidado, con otros tiempos, otro clima. Las redes sociales, me resultan un soberano enredo visual y de una inmediatez que no asimilo y me pierdo totalmente. Un beso
ResponderEliminarTodo tiene su ciclo. Pronto morirá blogger, eso es un hecho. Pero no creo que mueran los blogs en sí, como tal. Sino más bien irán cambiando de dominio o como quieras llamarlo. Pero las personas siguen necesitando desahogarse y compartir sus historias, sus invenciones. Eso no creo que vaya a morir.
ResponderEliminarBesitos
Miss Carrousel