miércoles, 12 de marzo de 2014

Otra vez, otra mujer…

Antes de comenzar a narrar lo que será creo este nuevo post, debo confesarles algo… Lo diré fuerte, claro y una sola vez: “-Tengo un fetiche, uno grande y extenso, uno que genera la magia de todo lo que conozco, ese fetiche es el lenguaje, la palabra y en su consecuencia u origen sin mi propia voluntad, el fetiche del idioma castellano, español o como quieran llamarle-” Ahora bien esa no es restricción para que mi fetiche sea ampliable a otras lenguas, como el Catalá y quién sabe si algún día el inglés o el francés, ya gusto les tengo!!!!!.

Si llamé a este post así, es porque la querida y odiada mujer “Prioridad” se apoderó de mi hace un tiempo (relativo por cierto), pero no me dejo más remedio que abandonarla yo a ella. Se pueden creer que yo le abandoné. A continuación intentaré retratar mi ruptura…

Hace aproximadamente diez años, uno de mis mentores profesionales que a su vez era mi jefe, me comentó que visitaba al psicólogo y al psiquiatra con frecuencia, que en una de esas sesiones en que siempre se llevaba deberes para resolver en casa, el psicólogo le pidió que pusiera en orden de prioridades enumeradas del uno al siete las cosas que más demandaban su atención y preocupación. Ya en el contexto del relato, ante mi juventud y pensando yo que estaba bien plantada en la tierra, mi jefe sacó un bolígrafo y un papel, apoyándose en uno de los muros de la nave de maternidad (historia para otro post) escribió:
-          La enfermedad de mi hija
-          Mis hijos y su progreso
-          Mi mujer y nuestra relación
-          Mi trabajo y el dinero
-          Mi padre y su salud
-          Mi hermano y sus problemas
-          El campo y sus progresos

Luego me preguntó -¿Vez algo malo en mí lista o algo que llame tu atención? Guardé silencio unos segundos laaaarrrggggossss, y luego dije muy convencida -No veo nada malo, siempre que tú seas el epicentro de todo (la prioridad)- A lo que él muy convencido me contesto –Eso no fue exactamente lo que dijo el psicólogo, él dijo que yo no estaba en ninguna de mis prioridades- Plop! Cierto, pero plop!

Años más tarde cuando la damisela “prioridad” me había abandonado, por considerarme quizá una causa perdida, entable una conversación con quien se profesaba mi hermano de la vida (que llamaré X) y su mujer, por extensión mi hermana (que llamaré B), a modo de contexto les diré que nos conocíamos hace muchos años y teníamos miles de historias que contar en común, entre potentes, graciosas, educativas y un largo etcétera. El asunto fue el siguiente:

Se organizó una cena en casa del “tercer elemento (que llamaré D)” quien aún es mi hermano de la vida (eso dice, por suerte, espero), ello sucedió porque no existía la posibilidad de que nuestro perro compartiera con mi tan apreciada familia de la vida de entonces (B la por extensión mi ex-hermana tiene o tenía fobia a los perros), además mi aparcamiento tenía límite de horas, como todos en Santiago generalmente, incluso el que quizá aún protege el coche de mis no-hermanos de la vida, el que me vio conducir el coche de mi ex-hermano (X) hacia el funeral de su madre, el que me amparo tantas noches desvelada (nadie se compra un auto o coche sin pensar en esos gastos extras de aparcamiento, sea del país que sea), cosa de “prioridades” en fin…

El asunto es, que organizada la cena, yo y mi mujer no dimos paso atrás… Llevamos la más gloriosa tortilla de patatas, preparada obviamente por mi tortillera oficial (a la que amo por sobre todas las cosas, pero curiosamente no es mi prioridad…) Hice un pebre exquisito, merquén incluido y para rematar cervezas de calidad, no de esas pasadas de moda de poco dinero que alguna vez se bebieron por falta de presupuesto como en nuestros más gloriosos años de estudio colegial y/o universitario. Todo dispuesto en el carrito de la compra, al más puro estilo europeo o al más puro estilo de mujeres de la feria, como prefieran las lectoras (falta de costumbre del/a chileno/a de usar carritos de la compra, igual se desperfilan, pero se les jode la espalda)…

Llegamos y atentamente fui escuchando a cada participante de la velada, intervine poco, pero me esmeré en ser contundente, entre salida a fumar y salida a fumar, me llevé un llanto en el baño; intenté llamar a la mujer Prudencia y lo conseguí; por lo que sequé mis lágrimas con una toalla de las chicas súper poderosas. Mi ex hermana (B) quería que trabajara a un café famoso, pero a precio de huevo… en fin… Escuché atentamente cuando llegó su tiempo de darle o dotarle de consejos gratis. Quizá me excedí, quizá su paciencia fue poca, quizá no hubo conexión, en cualquier caso la mujer “Prioridad” batió sus alas y con cada aletazo esa amistad se fracturó…. Se fracturó a tal punto que no hubo vuelta atrás, ni los pedazos aún recogidos con esmero pudieron hacer de la fractura una cicatriz, ni los pedazos de aquel suceso sirvieron para hacer un jarrón al más puro estilo reciclaje, ni poco menos una porcelana vieja reconstituida, los pedazos se los tragó la tierra, o el mar o quien quiera que sea que se traga las cosas que los seres humanos escupimos de vez en cuando.

El paradigma de la mujer “Prioridad” se había apoderado de B, o vivían ella y Prioridad hace mucho tiempo juntas y yo no me había percatado, pero me cuestionó irreparablemente el hecho de que mi amada mujer no estuviera en ninguna de mis prioridades, a lo que yo espeté que eso no hacía (ni hace) falta, que cuando de verdad se ama y se vive, que cuando de verdad se estima y se protege al ser amado, esté pasa a formar parte de tu propia vida a tal punto que no es necesario otorgarle un tiempo o ponerla en el número uno o dos o tres, no hace falta llamar a la señora “Prioridad” para que enumere mis gustos y disgustos, no hace falta llamar a “Prioridad” para que tal como su definición dice: “Mi mujer pase a ser algo así como una ventaja o preferencia mía respecto a otra”, si las dos somos parte del mundo y convivimos con más personas que seres humanos y no al revés:… No, no, no hace falta, porque vivo con ella, para ella, en ella y desde ella, como ella de mí; y eso, señores y señoras (itos/itas) no tiene nada de malo, prioridades hay en mi trabajo, en mis amistades, en mis logros, en mis fracasos, en mi familia, pero no puedo decir que la mujer que amo es mi prioridad número uno, porque es mucho más que eso!

La velada decayó a tal punto que se tornó insostenible, D el pobre hermano actual y anfitrión de esa noche y su novia, pasaron a estar sin mi consentimiento en el ojo del huracán, hasta lágrimas de parte de su novia hubo, porque bajo el esquema de B es o era incomprensible que ambos vivieran juntos pero estuvieran separados… Y eso que se explicó con manzanas y pizarra literalmente que eso era posible y lo practicaban D y su novia o ex novia, seguramente en la mente pequeña, grande o vacía de B esa situación no era comprensible porque para ella las cosas son o eran blancas o negras, todo o nada, y por supuesto ante ese prisma, su hombre X es la prioridad número uno o eso es lo que le hace creer (post al marguen el tema de las prioridades para el género masculino de naturaleza heterosexual).

Si se ha de sacar alguna moraleja al respecto podría ser la que viene a continuación “si no puedes ponerte en los zapatos del otro no es necesario que llames a “Prioridad” para que encause la conversación y menos la relación, sea cual sea la relación, que sea.
pd, y pensar que yo prefiero ser opción que prioridad, así me siento más estimada :) porque lo que hay detrás y delante de la mujer "Opción" es LIBERTAD!

Y como no digo desde hace muchos meses: “Que así sea”

6 comentarios:

  1. Mi querida Org.... como te comentaba esta tarde, y despues de la 3ra leída que que quedado coja, jajaajaj; fuera bromas por mi chiste fome, trato de entender el big issue o issues; veo los issues, "B alergica a los perros", "B recomendaba trabajo vale h...", "B no aceptaba consejos", "B no comprendía que amada mujer no fuera prioridad"?? es posible que sean esas cosas y mas juntas que hacen que se haya quebrado la amistad, pero o estoy muy lenta esta tarde, o faltan diálogos que explicarían porque B y tu no lograron continuar siendo hermanas, y que eso haya trascendido en el tiempo. Bueno, para mi al menos, quisiera entender mejor. Sé (mas bien adivino) que es un tema que aún debe costar, así que con el mayor de los respetos, solo si quisieras contar mas. Un abrazo querida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Sant... No sé que más contar jajajaja, hay mucho claro, pero yo quedé igual de colgada que tú, o coja como quieras... lo bueno es que ya me creció la otra pata, esa pata que a algunos les crece antes, una que se basa y nace de no querer entenderlo todo y de que sí las cosas a veces pasan y pasan sin necesidad de entenderlas... :O Un gran abrazo

      Eliminar
  2. Solo recordar el episodio, me enfurece tal como esa tarde en el café!!
    Y te vuelvo a repetir lo que te dije esa vez: A la merda!
    Tu pobre señora se enderezaba en la silla pensando creo, que ya tiraría una botella por los aires jajajajaja

    Volvemos a las traiciones. De los mas diversos tipos.
    Cuando una hermana no es capaz de empatizar y apoyar desde ahí, y mas bien se convierte en verduga justiciera, de qué hermandad hablamos??
    A mi me carga que me traten como papel de arroz, me gustan las cosas pan pan, vino vino, sin embargo hay formas. Aun cuando pueda dar mi punto de vista, jamas retiro mi mano o mi abrazo.

    Recuerdo una vez mi propia madre me dijo:
    "No sé si realmente eres tan transparente en tu oficina, como dices, pero confío en que haces tu mejor esfuerzo, porque lo verbalizas y te conozco"
    Me dolió hasta el contre y lo tomé como la peor ofensa, aunque no le dije nada. Pero tras unos días, entendí el sentido de lo que quiso decirme.
    Ni ella que es mi madre, puede poner las manos al fuego por mi, aunque quisiera, pero aun así me presta ropa.

    En este caso no alcanzó ni para un calcetín.
    Adiós todo el rato!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que grande RULZ! :) Tal cual punto número uno "A la merda" pero para que así sea! siento que muy a mi pesar era necesario escribirlo y como siempre gracias por leer-me. Punto número dos "Me dejas pensando en ese dolor de contre, de seguro me hubiese pasado lo mismo, pero aún así como dices sigo sin nunca retirar mi mano o brazo..." Por lo tanto mando abrazos apretaos!!!!!!

      Eliminar
  3. Lo leí dos veces y entendí y no entendí, quizás es una cuestión de ir familiarizándome con las expresiones. Lo que si creo entender es que B quería imponer,de cierta forma, su visión de como deberían ser el orden de prioridades, para ella y el mundo,no?.Un beso

    ResponderEliminar
  4. Y yo debo confesar que lo leí muuuchas veces ;)

    Creo que existen tantas maneras de vivir la vida como personas hay en la tierra. Y así debe ser, porque somos infinita y exquisitamente distintos unos a otros. Claro, no es una visión cómoda, pues nos exige estar atentos, escuchar, decir, no vivir por las nubes, examinar, pedir perdón, volver a empezar, agradecer, en fin. Una interminable lista que no es otra cosa que vivir la vida dejándose de joder con las generalizaciones. Cada vínculo, de cualquier naturaleza, es único.

    Además en una relación basada en el afecto (de amistad, de pareja, de familia) uno puede encontrar la forma de "decir" algo que ve, pero nunca retirar el abrazo, como bien dijeron por aquí.

    ResponderEliminar