viernes, 17 de enero de 2014

A modo de inicio.


Tengo la cabeza llena de historias, historias mías e historias ajenas. Pocas de ellas he compartido, la mayoría de guardarlas ya comienzan a pesarme. Es cierto que la memoria puede jugarme una mala pasada, ya hace bastante tiempo que al salir de casa, bajar once pisos en asensor, llegar al lobby del edificio, salir a la puerta de calle baja como un halo de conciencia sembrandome la duda de: “Algo me falta” y la mayoría de las veces debo emprender el camino de regreso en busca de algo olvidado.

Nunca he logrado tomarme demasiado en serio este asunto de contar historias. Pero las historias siguen acumulandose y cuando en alguna charla de amigos alguna sale de mi boca resibo muy a mi pesar, el conocido: “¿Y cuando vas a escribir?”
No tengo escapatoria. No voy hablar del pasado, de esa época donde me autobautizé Charruita, lo único que tengo es el presente y Vico es mi otro alter ego. Y aquí estamos.

Atardecer del primer día del año 2014, Griffith Park, LA (Foto: Vico)
Por ahí podría alguien hablar de un retorno, de una retornada. En realidad nunca me he ido, no retorno, siempre he estado. El silencio es parte de la permanencia. De ahí que mucho me recuerden, me busquen, me sigan y me lean otras cosas en otros espacios.
Un par de amigas blogueras me han insitado habitar una casa nueva. Y me vino bien la invitación. Me da confianza formar parte de un grupo con sangre magenta.

De aquí en más de mi parte solo me resta decir:  vamos a ver que sale.

4 comentarios:

  1. "El silencio es parte de la permanencia", claro que si!!... Y ahora estoy encantada de verte aquí, de poder leerte otra vez, agradecida de compartir el tiempo que sea, este espacio contigo...

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    1. Gracias a vos Guidaí que diste la idea y el empujón para armar este protector. Sin la expresión de tu inquietud no estaría aquí. Así que la agradecida soy yo. ;) Y gracias por leerme. Es un honor para mi. Ponte a escribr que quiero acción!

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  2. No siempre se está en "palabras", se permanece de muchas maneras. Me alegra mucho volver a leerte. Un beso

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    1. Exactamente Fiorella. "El silencio era un idioma..." empieza la primera oración de uno de mis primeros textitos cuando tenía unos 16 años. Estoy muy contenta de leerte también, que estemos recuperando nuestros espacios. Hay mucho que compartir y mucha gente deseosa de encontrarse en estos espejos. ¡Un abrazo Fiore!

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